

Hace unos meses vivía una etapa muy oscura. Me sentía solo y perdido. Gracias al Maestro Cristiano, recuperé la esperanza y la fuerza para seguir adelante. Hoy tengo paz y claridad.
Hace un tiempo viví una ruptura muy dolorosa. La persona que más amaba decidió alejarse sin darme una explicación clara. Me sentí vacía, confundida, y con el corazón roto. Cada día era un reto, y la tristeza parecía no tener fin. Una amiga me habló del Maestro Cristiano, y aunque dudé al principio, decidí acudir a él. Sus palabras me reconfortaron desde el primer encuentro. Aprendí a soltar con amor, a fortalecer mi fe, y a reencontrarme conmigo misma. Hoy miro atrás con gratitud por todo lo que he aprendido, y comparto mi experiencia para que otros sepan que el dolor no es eterno.
Estaba desesperado, sin encontrar a nadie que me diera una solución, hasta que contacté al maestro. Logró deshacer un trabajo que me habían realizado, y ahora soy feliz. He vuelto a ser el hombre que era antes; me había transformado en una persona oscura. El maestro me acompañó en el camino y nunca me dejó de lado, a pesar de que lo insultaba y le faltaba al respeto. Toda mi vida le voy a agradecer lo que hizo por mí.
Mi nombre es José. Hace un tiempo perdí a la persona que amo debido a la intervención de alguien que se interpuso en nuestra relación. Con engaños, logró alejarlo cada vez más de mí, hasta que ya no supe más de él, convenciéndolo de mudarse lejos y cambiar su número de teléfono. Por un tiempo, me sentí frustrado y sin fuerzas para nada. Después de muchas dudas y miedos, me animé a consultar al Maestro Cristiano, quien comenzó a guiarme y sostenerme en el proceso que me propuso. Me dediqué a seguir sus pasos, y finalmente logré el primer contacto con él. No podía creerlo. A partir de ahí, comenzó el camino de regreso de él hacia mí. Solo quiero dejar este testimonio para alentar a otros a no rendirse en su búsqueda, porque no quiero que nadie sufra lo que yo sufrí.